sábado, 15 de septiembre de 2012

EL OLOR DE LOS POEMAS.

Den norske Te Hus i gruvearbeiderne byen Ivigtut, Grønland.

Emily y Olav vivieron en dos países diferentes, en dos épocas diferentes, en dos culturas diferentes. El punto de unión, el nexo entre ambos, es la poesía. Pensaba que si sus almas tuvieran que encontrarse a compartir sus poemas, tal vez lo harían en esta casa de té, en Groenlandia, a mitad de camino.
 
TENGO TRES POEMAS (Olav Hauge)

Tengo tres poemas,
dijo él.
¿Quién cuenta poemas?

Emily* tiró los suyos
en un baúl, yo
dudo que los contara,
simplemente abrió un paquete de té
y escribió uno nuevo.
Estuvo bien. Un buen poema
debe oler a té.
O a tierra desnuda y madera recién cortada.

Eg har tri dikt,
sa han.
Seg telja dikti.
Emily kasta dei
i ei kiste, eg
kan ikkje tru ho talde dei,
ho sprette berre ein tepakke
og skreiv eit nytt.
Det var rett. Eit godt dikt
skal lukta av te.
Eller rå mold og nykløyv ved.

*hace alusión a Emily Dickinson.

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